El 2012 llegó a los cines 'Prometheus', a cargo de un crack como lo es Ridley Scott, cinta que era una "precuela no tan precuela" de Alien y que prometía revelar ciertos misterios de la saga original de las criaturas que botaban ácido.
La película tuvo divididas críticas, pero en mi opinión, tuvo más cosas buenas que malas. Por lo que se me hacía espectacular que se hiciera una segunda parte pronto. Esto se cumplió, pero no como se esperaba.
Todo lo que viene a continuación podría considerarse como spoiler si no han leído nada:
Esta cinta será conocida como 'Alien: Covenant' y para acercarse aún más a la historia original, una de las protagonistas será la madre de Ellen Ripley, en una movida para generar harto hype entre nosotros. Además, Michael Fassbender, quien volverá en su rol androide como único nexo con Prometheus, se fue de tarro y comentó que las nuevas criaturas serán conocidas como “Neomorphs“. Es decir, conoceremos a nuevos precursores de los xenomorfos clásicos de la saga.
Otros datos que se conocieron incluyen elementos de las criaturas mencionadas anteriormente:
Los nuevos aliens son el resultado de un ecosistema local que ha mutado por el acelerante negro visto en Prometheus.
Las cápsulas crecen en los árboles y en el suelo, liberando esporas que infectarán a los tripulantes de la nave Covenant
Las esporas entran en el cuerpo a través de los oídos y la nariz
Uno de los neomorfos estallará desde la espalda de uno de los miembros del equipo. Otro emergerá por la garganta.
El nacimiento de la criatura está precedido por una erupción de unos pequeños pinchos, que usan junto con el cráneo puntiagudo para salir del saco embrionario
El neomorfo se asemeja a los viejos diseños de Alien para Prometheus, especialmente el color blanco, con una cabeza puntiaguda y dos espinas dorsales
Los neomorfos se mueven a cuatro patas. Cuando maduran, crecen significativamente y comienzan a andar sobre sus patas traseras. Además tienen colas y desarrollan una apariencia ligeramente translúcida.